domingo, 1 de mayo de 2011

La vida eterna es conocer a Dios y a Jesucristo.


Es una verdad de las Escrituras que la vida eterna es conocer al único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien Él ha enviado [ Juan 17:3 "Y ésta es la vida eterna: que te conozcan  a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.]. 
 [DyC 132:22–24...Porque estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la exaltación y continuación de las vidas, y pocos son los que la hallan, porque no me recibís en el mundo ni tampoco me conocéis. 
 Mas si me recibís en el mundo, entonces me conoceréis y recibiréis vuestra exaltación; para que donde yo estoy vosotros también estéis.
 Esto es vidas eternas: Conocer al único Dios sabio y verdadero, y a Jesucristo a quien él ha enviado. Yo soy él. Recibid, pues, mi ley. Escrituras SUD]

 [Juan 7:16-17...Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.
  El que quiera hacer la voluntad de él conocerá si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mí mismo.]. 

"Afirmo que los Santos de los Últimos Días, por medio de las enseñanzas de las Escrituras y de las revelaciones que han recibido por la voz del profeta José Smith, están capacitados para aprender acerca del Dios verdadero y viviente, de conocerlo, y también de conocer a Su Hijo a quien Él envió al mundo; y conocerlos es tener la vida eterna "(En “Conference Report”, abril de 1916, pág. 4 ).
"No sólo es necesario tener fe en Dios, sino también en Jesucristo, Su Hijo, el Salvador del género humano y el Mediador del nuevo convenio; y en el Espíritu Santo, que da testimonio del Padre y del Hijo, "el mismo en toda época y para siempre" ( Gospel Doctrine, pág. 100) . (Enseñanzas de José F.Smith)


¿Quién fue Jesucristo? Según yo...

Para este famoso personaje en la historia de la humanidad tenemos varias maneras para reconocerlo,“El Salvador”, “Mesías”, Enmanuel etcétera. Hoy solo quiero exponer según mi punto de vista quién es para mí Jesucristo. 


La influencia de su figura es clara, desde el inicio de nuestra era, en muchas  religiones es considerado como el centro,  para otras un gran profeta o guia espiritual (me refiero a aquellas religiones que adoran un Dios Padre o Ser Supremo).


Jesucristo fue un hombre, un ser humano. Como todos nosotros, de carne y hueso, con emociones y sentimientos. De esta cara de Jesucristo es la que intento testimoniar, no para causar polémica sobre su existencia (son demasiados los intentos de causar polémicas al respecto, si tienes ese ánimo no sigas leyendo).


Jesucristo repito, fue un hombre, que llegó al mundo en medio de la pobreza, como ocurre con millones de nosotros  en estos tiempos. Tuvo una madre llena de Fe, joven, dulce, amorosa, obediente, delicada y dedicada, un padre honrado y trabajador de igual Fe en Dios que su esposa. 


Jesús junto a su padre ambos carpinteros, trabajaron la mayor parte de su tiempo juntos en   un pequeño pueblo llamado Nazaret. Por si fuera poco comenzó a hacer milagros, se hizo de  un grupo de seguidores y enseñaba acerca del reino de Dios, con una sabiduría desconocida para un carpintero, usando todo tipo de métodos didácticos, y el que más se destaca y   para siempre...sus  parábolas. 


Ciertamente un hombre extraordinario, de gran pasión y amor por el Padre Creador, con fieles seguidores y también opositores.


¿Me podrían  decir qué diferencias existirían  entre Jesucristo y cualquiera de nosotros? 
La respuesta podría ser  una lista inmensa de diferencias al comparar su comportamiento, su carácter  con el de cada uno de nosotros, mas para mi asombro…cuando se trata de hablar del hombre,  no hay diferencia, mayor.
Jesús hombre fue igual a cualquiera de nosotros. fue humano…era Hijo de Dios. La Biblia dice que Jesús era el Hijo de Dios, pero sin duda nosotros también lo somos, todos somos "Hijos e hijas de Dios”. 


Ya dije carácter y comportamiento, lo que nos hace diferentes a todos aquí en la tierra, e indudablemente ahí es donde nos diferenciamos totalmente de este hombre. Cuando  Jesús tomó conciencia de que era el Cristo, de su misión terrenal, del poder creador que tenía su mente, de  que podría dominar la muerte, y que como  Jesucristo podía ver cumplida en El  la ley del Amor, de ahí en adelante dejó de ser uno más.


Cuando se me viene a la mente y recuerdo haber leído de su poder, para realizar milagros, curar, multiplicar panes y resucitar muertos, me repito y repito que no fue algo mágico, ni amarillista para atraer espectadores, es el mismo poder que tenemos y que a veces ignoramos, no sólo para sanar un cuerpo sino también  para usar nuestra mente para allegarnos a virtudes que están con nosotros y que las ocultamos por preferir la vida más fácil, sin complicaciones . 


Como su Hijo, Dios lo hizo a su semejanza y le dio todo el poder. Y Jesucristo lo creyó, tuvo Fe, si una Fe inmensa,  no creía en las limitaciones y tampoco creía que este "el mundo" inventado por el hombre fuese real. 
Jesucristo no vino a salvarnos de una catástrofe, vino a enseñarnos el camino de como agregar más creación a la tarea eterna de Dios, tanto aquí vivos como en nuestro peregrinar eterno,  y es nuestra decisión seguir su ejemplo o no. 


Seguir su ejemplo, no implica  tan sólo de orar  todo el día y ayunar, es algo más, y su ejemplo es claro: saber que somos UNO con la creación y que si nuestro Padre nos ha dado todo el poder debemos usarlo, no hay más sentido en creer en cualquier limitación, ni siquiera la muerte.


Es dificil entender algo así cuando en nuestro ego, están demasiado arraigadas las ideas de este mundo, pesan más las ansias de tener y gozar los favores de este mundo, sin importarnos que el dolor, las amenazas y la soledad tomen terreno,  y que en forma de  tinieblas oscurecen  nuestra existencia o como luz artificial no es lo suficientemente fuerte para alumbrarnos el camino que nos lleva a caminar junto a Dios.. 


Cuando fuimos puestos sobre esta tierra, conocimos el mundo paradisíaco, y escogimos el mundo de la creación, de seguir progresando, la separación de Dios fue terrenal, pero no espiritual, continuamos conectados con la verdad, lo que debe suceder es que demos acordarnos que Jesucristo tuvo la intrepidez, la osadía de tener Fe, abrió sus ojos para siempre a esa verdad. 


Ahora nos toca a nosotros,  despertar por decisión propia, y usar todo lo que tenemos y que nos ha sido otorgado igual que a Jesús.


Me pregunto:

  • ¿Vamos  a caminar o quedarnos  inmóviles?
  • ¿Vamos a cantar dando loores a Dios o vamos a desperdiciar  nuestras  cuerdas vocales gritando amarguras?
  • ¿Vamos a quedarnos infeliz cuando siguiendo el ejemplo de Jesús podemos ser felices?
  • ¿Vamos  a llorar sabiendo que podemos sonreír a la vida?
  • ¿Vamos  a creer que estamos limitados para no  desarrollar el poder de nuestra mente?
  • ¿Vamos a seguir pensando que somos seres caídos después de saber que Jesucristo  venció la muerte y resucitó?

¿Quién fue Jesucristo? 
Afirmo que es el más grande  ejemplo de lo que un  Hijo de Dios puede lograr, y todos somos  “Hijos e Hijas  de Dios”.

Fuente